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Francisco López Vargas
Escándalo
El gobierno de Mauricio Vila Dosal, en Yucatán, vaya que ha sido afortunado en sus dos años de gobierno en los que siempre ha estado entre los 10 mejores evaluados. Un día si y otro también, el panista yucateco ha sostenido su popularidad, pero hoy su gestión se encuentra en un escándalo que no sólo exhibe las columnas de su gestión sino también el pugilato al interior de ese gobierno.
El cese del fiscal general del Estado, Wílbert Cetina Arjona, se convirtió en un escándalo cuando se filtraron charlas y pláticas de éste con varios empresarios locales y en sus dichos exhibe el uso de las oficinas de gobierno para la atención de asuntos de sus despachos privados no sólo de él sino también de la secretaria de Gobierno de esa administración.
Los audios exhiben un pugilato entre el fiscal y el secretario de Seguridad Pública, pero dejan a la vista que dos de las principales secretarias de ese gobierno no son contenidas ni coordinadas por la oficina que las rige: la de Gobierno, sino que esta también está involucrada y tiene una participación no de contención del conflicto sino avivándolo y siendo parte de él.
El tema yucateco no sólo exhibe una columna vertebral del gobierno frágil sino que la exhibición se da en momentos en que el gobernador Vila está ausente por estar contagiado de Covid-19.
La contención del daño trató de hacerse en medio de la elección de los Estados Unidos en un intento porque pasara desapercibida y sólo se tomara como un relevo institucional a dos años de esa gestión.
El diseño de la estrategia no contó con que había audios en los que el propio fiscal detallaba su “poder”, hablaba de cómo operaba para su despacho privado y cómo la secretaria de Gobierno pedía, a través de un subalterno, favores para el despacho de su marido, notario de la diócesis yucateca.
En la parte más escandalosa, se refiere a Luis Saidén Ojeda, el secretario de Seguridad, como un tipo que viola los derechos humanos y que retiene hasta por 14 horas a quienes detiene y que en lugar de enviarlos a la fiscalía, la policía interrogaba, golpea y sólo cuando termina con ellos lo entrega como si los hubiera atrapado en flagrancia.
En este espacio, hace algunos años, detallé con lujo de precisión como operaba aquí el entonces procurador de justicia de Campeche, hoy fiscal general del Estado, Juan Manuel Herrera Campos, asistido por su mancuerna Laura Luna García, violentando expedientes para atender los casos de sus clientes en la práctica privada.
El periodista tiene una opinión muy formada de la también nombrada secretaria del Trabajo, Luna García, y del Fiscal, Juan Manuel Herrera Campos. Ambos dirigían un despacho que mientras él fungía como entonces Procurador ella operaba y éste se encargaba de beneficiar a sus clientes desde su trabajo. Como Procurador y ella como "socia" del despacho hacían la mancuerna perfecta para "administrar" la justicia y “aligerar” sus casos particulares.
La mancuerna Herrera-Luna intentó beneficiar a sus clientes y compañeros de gabinete usando su cargo para negocios fraudulentos, para tratar de evitar la cárcel o la reparación del daño en casos de fraude maquinado en Carmen y Campeche.
En ese tema, hubo que proceder a integrar un expediente por colusión de funcionarios públicos para cometer el delito y exhibir las evidencias del modus operandi de los defraudadores protegidos desde la procuraduría y que, según se podía observar tenía la venia del Ejecutivo en turno.
Por desgracia, lo narrado por el reportero, actuado por el secretario de Gobierno, informado al gobernador no sólo no bastó para que le pidieran la renuncia –a él y a otros miembros de ese gabinete- sino que lo protegieron y dejaron al frente del encargo para luego traerlo de nuevo a Campeche y hacerlo fiscal general a petición de quien fuera su jefe, Jorge Carlos Hurtado Valdés.
El tema es que no hubo grabaciones que se hicieran públicas y exhibieran a todos los involucrados en el fraude.
PD
Villahermosa y Macuspana como casi todo Tabasco se encuentran bajo el agua. Igual que sucedió en Yucatán, sobre todo en Mérida y sus comisarias. Quienes niegan el calentamientos global también creen que las inundaciones no serán mayores conforme pase el tiempo y no se evite el uso de combustibles fósiles y contaminantes como se promueve hoy en México. Sin embargo, lo realmente grave es que la exigencia de la gente afectada es la que haya forzado a una visita presidencial a pesar de que siempre los más afectados son los más pobres. ¿No que siempre irían primero?
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